domingo, 31 de julio de 2011

Artículo de El Comercio sobre infancia y cooperación

22 familias con apoyo psicológico y 133 menores protegidos
Siloé continuará su labor de cooperación internacional en 2011 con programas de salud y educación a niños de Palestina y Jericó.

02.05.11 - 01:59 - 


Sida, sin techo, discapacidad, enfermedades mentales... La asistencia a las personas en alguna de las circunstancias citadas no son el único motor de la Fundación Siloé. La entidad recibió el año pasado el premio José Lorca por la promoción y la defensa de los derechos de la infancia, personalizado en el fundador y patrono de la entidad, José Antonio García Santaclara.
Y es que, además los programas Innuit y Otras Capacidades, Siloé desarrolla el programa Chavales, dirigido a menores en riesgo. A ellos les ofrece tanto hogares como centros de día, en los que el año pasado recibieron asistencia 133 menores.
Según explica Susana González, los hogares de día «es una forma de apoyar a las familias, ya que el niño o la niña están con nosotros en el centro durante el día, pero luego van a dormir a sus casas». De esta modalidad, Siloé cuenta con tres, que reciben los nombres de 'La tribu', 'Medrando Xuntos' y, finalmente, 'Kiriku'.
Por su parte, los centros de día están pensados para apoyar a las familias con horarios laborales complicados, por lo que en estas dependencias de Siloé los chavales realizan sus deberes, pasan su tiempo libre o llevan a cabo tareas extraescolares, «pero siempre volviendo con su familia».
Porque ése, el que la familia no se disperse, es el objetivo básico de estos dispositivos «que tienen como fin colaborar con las madres y padres con problemas, pero sin tener que institucionalizar a sus hijos». Hay un centro más que hogares, pero, como aquellos, los cuatro reciben nombres curiosos: 'Makareko', 'Freire', 'Albanta' y 'Milani'.
Persiguiendo el objetivo de evitar la desestructuración familiar, los adultos también reciben tratamiento específico, especialmente psicológico. Se trata de una ayuda que, en 2010, llegó a 22 unidades familiares «con 56 beneficiarios directos o indirectos».
Cooperación internacional
La preocupación de Siloé por los menores va más allá de las fronteras gijonesas, ya que la Fundación pretende dar este año el salto a la cooperación internacional. Susana González bromea con la idea de que «puede que parezca que ya tenemos mucho en qué preocuparnos, pero somos una entidad joven y estamos pensando nuevos proyectos en los que podemos ser útiles».
Por ello, aprovechando las subvenciones que el Ayuntamiento de Gijón concede a proyectos de Cooperación Internacional, este año la Fundación Siloé se ha presentado para recabar fondos «dirigidos a un proyecto que lleva a cabo HWC, en apoyo a la salud materno-infantil en los territorios ocupados y autónomos de Cisjordania».
Además, la directora de la Fundación apuntó otro proyecto para el que también desembolsarán recursos. Es el de 'Todos al cole: escuelas infantiles para los niños beduinos', «un programa que pretende establecer una red de escuelas infantiles en los campamentos beduinos Jahalin, en la zona comprendida entre Jerusalén y Jericó».
Para todo ello, Susana González entiende que será básico «seguir contando con el apoyo de las instituciones», un respaldo que no duda que continuará «pase lo que pase en las próximas elecciones de mayo. Son proyectos indefinidos».

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